El sector de la piscina, y muchos otros, se enfrentan a un nuevo consumidor. La democratización de la información y la era digital han cambiado las reglas del juego. Los consumidores demandan un diseño de piscina, funcionalidad, buen precio y, por supuesto, un servicio inmediato y de calidad.
Esta tendencia Custom empuja al sector a ofrecer nuevas soluciones estéticas para la piscina. Ya no valen los clásicos tonos y colores, ahora el consumidor necesita que los recubrimientos entiendan el valor del diseño.
Si personalizamos todo lo que adquirimos, ¿no resulta irónico que la mayoría de las piscinas sean azules?
Más allá del azul
La industria de recubrimientos, y en especial el mosaico vítreo, están preparadas para el reto de la personalización de piscinas y spas. Actualmente, gracias a los avances en las técnicas de producción, hay disponible un amplio abanico de alternativas.
La impresión digital ha sido una auténtica revolución dando paso a infinidad de texturas gráficas (mármoles, grafismos, maderas…), junto con la evolución de las técnicas clásicas que incorporan nuevos colores y acabados como por ejemplo los luminiscentes y los opalescentes.
El abanico cromático cobra una especial importancia en cuanto a la customización de piscinas y tiene en cuenta las tendencias mundiales de color que se aprecian en el mundo de la moda o la decoración. Partiendo de las infinitas tonalidades de azules, mucho más allá de los clásicos tonos, aparecen con fuerza nuevos colores como son los cítricos, turquesas, grises, beiges o negros nacarados.
La mezcla de colores también está disponible para generar la combinación que más se adecúe al consumidor. Blancos y negros equilibrados, tonos verdes atrevidos o colores cálidos aportan al espacio un toque diferente y refinado. Existe una infinita variedad de mezclas, pero entre todas destacan los degradados de color, proporcionado un atractivo efecto visual de profundidad en las piscinas.
Experimentar con nuevos formatos también es una de las claves para aportar diseño a una piscina. Formatos rectangulares, hexagonales o el tan popular “formato penta” de 5×5 cm. cambia absolutamente el aspecto visual aportando más originalidad.
Las piezas texturizadas aportan un plus de carácter y elegancia. Mármoles con sus distintivas vetas, las más nobles maderas, craquelados, corales, cementos, lavas, óxidos… Diseños que elevan la piscina al rango de alta decoración y que hacen las delicias de diseñadores y arquitectos.
Es tanto el deseo de ser diferentes, que la industria es capaz de ofrecer la personalización absoluta. Ya sea mediante la opción del pixelado, que consiste en crear desde sencillos a los más complejos decorados tesela a tesela, o mediante la impresión digital que nos abre un abanico de opciones donde encontrar fondos marinos, animales acuáticos, logotipos corporativos, escudos de fútbol, ilustraciones originales, fotografías artísticas o incluso optar por nuestra galería personal. Una customización que invita a sacar tu lado creativo.
Por último, los avances técnicos también han aportado novedad en los acabados. Desde opalescentes que generan reflejos hipnotizantes en las aguas, hasta los luminiscentes, que poseen la peculiaridad de brillar en la oscuridad.
En conclusión, desde un sutil tono de color hasta la más absoluta personalización, nunca antes diseñar una piscina había tenido tantas posibilidades y estaba al alcance de todos. Quizá sea el momento de ir más allá y poner en valor el diseño ante este nuevo consumidor. Lo que es evidente es que la decoración en las piscinas es una realidad y ha venido para quedarse.